En Brasilia, una cita tan intrascendente como preocupante
- T+
- T-
El Presidente Boric regresó anoche de una cumbre regional de dos días en Brasil, convocada por Lula da Silva, a la cual asistieron en total 11 mandatarios de América del Sur. En más de un sentido, la cita fue -o debería ser- un aleccionador recordatorio de por qué el discurso acerca de la integración latinoamericana obedece más a proyectos personalistas y agendas ideológicas que a un genuino -y viable- esfuerzo por “integrar” a las naciones del continente. También demostró, lamentablemente, que el compromiso con la democracia y el desarrollo tiene mucho más de retórico que de pragmático y sincero en algunos líderes del continente, entre ellos el anfitrión.
Fue patente que el compromiso con la democracia y el desarrollo es sobre todo retórico en algunos líderes del continente, entre ellos el anfitrión.
Esto último quedó en evidencia cuando el Presidente brasileño celebró el retorno de la Venezuela de Nicolás Maduro a los foros regionales, tras nueve años de ausencia. Sin hacer mención a los informes de la ONU y numerosas ONG sobre el deplorable estado de la democracia y los derechos humanos en Venezuela, Lula habló de una “narrativa” respecto del autoritarismo bolivariano que era preciso combatir, enfoque plenamente compartido por el dictador venezolano.
En un continente donde las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela se siguen aferrando al poder tras décadas de crímenes y empobrecimiento para sus poblaciones, la declaración final de la cumbre aseveró que “América del Sur constituye una región (…) comprometida con la democracia y los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la justicia social”. Si bien mandatarios como el chileno y el uruguayo marcaron distancia con el apologismo chavista de Lula, no recalcaron con suficiente fuerza lo evidente: la autocracia venezolana es la causa de la peor crisis migratoria y humanitaria en la historia de la región, que ha provocado el éxodo de un 20% de la población de ese país, si no más.
Aun así, ello pudo pasar desapercibido en una cita donde, en un día, 11 mandatarios de economías emergentes hablaron de moneda única regional, crisis climática, infraestructura y logística, igualdad de género, combate al crimen organizado transnacional, integración de cadenas de valor, área de libre comercio sudamericana, transición ecológica y energética, entre otros temas.
Una cita intrascendente, a la vez que preocupante.